Hoy después de 1 año te vuelvo a escribir, te pido disculpas por haberme borrado, realmente no pido comprensión, pero bien sabés que si no lo hacía hoy sería uno de los tantos desaparecidos.
Te escribo con el motivo de contarte como se vive acá. Estoy en Madrid desde que llegué, las noticias de Argentina son pocas pero sin embargo me encontré a varios exiliados como yo, todos cuentan que nada cambió y que la mano está cada día un poco más dura.
Con Carlos e Isabel nos vemos bastante seguido,son pareja, quizá sea el exilio el que une.
Vivo en un departamento en el centro, estoy laburando de mozo en un café, la vida es relativamente llevadera pero el exilio es una sombra constante, la nostalgia es una cuestión cotidiana. Sin embargo tomamos mate, comemos asado cuando se puede y da el bolsillo.
Madrid es una ciudad muy cultural, se respiran aires de renovación después de la muerte de Francisco Franco, sin embargo nada iguala a nuestra Mendoza, digo que es nuestra porque muchos días siento que estoy con vos, que nunca me fui y me cuestiono el haber escapado, el haber sido tan cagón.
Una de las pocas cosas buenas de España es que acá no hace falta quemar libros.
Te acordás la noche que tuvimos que enterrar nuestra música y quemar nuestros libros?
Te acordás el planteo de mucha gente que decía que Videla iba a ser un salvador?
Te acordás de las noches que pasamos juntos tomando mates en la cama?
Te acordás de las tardes perdidas caminando por la montaña?
Hoy solamente me quedan recuerdos de nuestra militancia, nuestra lucha, nuestros momentos juntos.
Te extraño.
Marcos.
IGNACIO GIARDINI.
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