En una de las tantas noches que los amigos se juntaban, a Daniel le preguntaron por Juana.
Ella era su gran amor, ellos habían vivido muchas cosas juntos, cosas que son muy difíciles de explicar, a Daniel el alcohol le produjo un ataque de sinceridad y ante un par de preguntas empezó a comentar todo lo que él pensaba. Esta fue una charla real acontecida en febrero del 2012:
-Dani ¿cuánto hace que no ves a Juana? Preguntó Mario.
-Más de un año, pero parecería que fue una eternidad, Daniel contestó.
- ¿Te gustaría volver a verla? Disparó Mario.
-Realmente ya no se mas que pensar, si volver a verla o no, muchas veces creo que sería mejor aceptar la derrota y proseguir con mi vida habitual, hay muchas cosas que no estoy preparado para ver, y temo encontrarme con una realidad que no pueda aceptar, respondió Daniel.
La noche prosiguió y los temas más variados fueron saliendo a la luz, sobre todo teniendo en cuenta que estos amigos hablaban de las cosas más diversas, bizarras, temas de actualidad y muchas cosas que producían risas entre ambos. El alcohol ya empezaba a ofrecer el punto de sinceridad máximo, el cual se transforma en un coctel venenoso de la verdad personal.
Mario viendo la situación se arriesgó e hizo una pregunta un tanto peligrosa para el momento, una pregunta que hacía mucho tiempo que le quería hacer a su amigo, y que todas las veces anteriores que la había hecho, su amigo las había eludido hábilmente.
-¿Qué es Juana para vos, como la ves a ella? Disparó sin pelos en la lengua Mario.
Hubo silencio por un par de segundos, como era de esperar, Mario volvió a creer que Daniel iba a eludir perfectamente la pregunta, con un juego de palabras o quizás con alguna frase graciosa, pero después de esperar un tiempito, el cual fueron segundos que parecieron minutos él dijo:
-Juana es armonía, Juana es una estrella que brilla en el cielo, es la luz de mis ojos a diario, es la que embellece todos mis amaneceres, la perdí, hoy probablemente tomó otro rumbo y su vida quizá este lado de otro hombre, no la puedo cuestionar, cometí errores, pero las relaciones se vuelven unánimes en el momento del quiebre. Pero si tuviera que hacer una descripción real sobre como la veo a ella, te diría que es la belleza en persona, es la sencillez reflejada en una persona, con la mirada de la gente que cree, de la gente que triunfa, de la gente que ama y ayuda, ella es revolución, es ira y locura, es la que calla en los momentos oportunos y habla solamente cuando hace falta, ella es realmente mi vida, creo que con palabras no me alcanzaría para explicar lo que ella representó, y representa para mí.
¿Y sabes que es lo mejor? Continuó Daniel.
Que cuando la veo, me veo a mí también.
IGNACIO GIARDINI.
