Cantidad de visitas al blog...

martes, 30 de octubre de 2012

El lenguaje/3

A Belén Giardini.

En la época victoriana, no se podían mencionar los pantalones en presencia de una señorita. Hoy por hoy, no queda bien decir ciertas cosas en presencia de la opinión pública:
El capitalismo luce el nombre artístico de economía de mercado;
el imperialismo se llama globalización;
las víctimas del imperialismo se llaman países en vías de desarrollo, que es como llamar a los niños enanos;
el oportunismo se llama pragmatismo;
la traición se llama realismo;
los pobres se llaman carentes, o carenciados, o personas de escasos recursos;
la expulsión de los niños pobres por el sistema educativo se conoce bajo el nombre de deserción escolar;
el derecho del patrón a despedir al obrero sin indemnización ni explicación se llama flexilibilización del mercado laboral;
el lenguaje oficial reconoce los derechos de las mujeres, entre los derechos de las minorías, como si la mitad masculina de la humanidad fuera la mayoría;
en lugar de dictadura militar, se dice proceso;
las torturas se llaman apremios ilegales, o también presiones físicas y psicológicas;
cuando los ladrones son de buena familia, no son ladrones, sino cleptómanos;
el saqueo de los fondos públicos por los políticos corruptos responde al nombre de enriquecimiento ilícito;
se llaman accidentes los crímenes que cometen los automóviles;
para decir ciegos, se dice no videntes;
un negro es un hombre de color;
donde dice larga y penosa enfermedad, debe leerse cáncer o sida;
repentina dolencia significa infarto;
nunca se dice muerte, sino desaparición física;
tampoco son muertos los seres humanos aniquilados en operaciones militares: los muertos en batalla son bajas, y los civiles que se la ligan sin comerla ni beberla son daños colaterales;
en 1995, cuando las explosiones nucleares de Francia en el Pacífico sur, el embajador francés en Nueva Zelanda declaró:
"No me gusta esa palabra bomba. No son bombas. Son artefactos que explotan";
Se llaman Convivir algunas de las bandas que asesinan gente en Colombia, a la sombra de la protección militar;
Dignidad era el nombre de uno de los campos de concentración de la dictadura chilena y Libertad la mayor cárcel de la dictadura uruguaya;
se llama Paz y justicia el grupo paramilitar que, en 1997, acribilló por la espalda a cuarenta y cinco campesinos, casi todos mujeres y niños, mientras rezaban en una iglesia del pueblo de Acteal, en Chiapas.

EDUARDO GALEANO




Con la frente marchita

Sentados en corro merendábamos, besos y porros
y las horas pasaban deprisa entre el humo y la risa.
Te morías por volver con la frente marchita cantaba Gardel
y entre citas de Borges Evita bailaba con Freud,
ya llovió desde aquel chaparrón hasta hoy.
Iba cada domingo a tu puesto del rastro a comprarte
carricoches de miga de pan, soldaditos de lata.
Con aguita de un mar andaluz quise yo enamorarte
pero tú no querías más amor que el de río de la plata.
Duró la tormenta hasta entrados los años ochenta
luego el sol fue secando la ropa de la vieja Europa.
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió
mándame una postal de San Telmo, adiós cuídate
y sonó entre tú y yo el silbato del tren.
Iba cada domingo a tu puesto del rastro a comprarte
monigotes de miga de pan, caballitos de lata.
Con aguita del mar andaluz quise yo enamorarte
pero tú no tenías otro amor que el de río de la plata.
Aquellas banderas de la patria de la primavera
a decirme que existe el olvido esta noche han venido
te sentaba tan bien esa boina calada al estilo del Che
Buenos Aires es como contabas, hoy fui a pasear
y al llegar a la plaza de mayo me dio por llorar y me puse a gritar ¿donde estás?
Y no volví más a tu puesto del rastro a comprarte
corazones de miga de pan, sombreritos de lata.
Y ya nadie me escribe diciendo no consigo olvidarte
ojalá que estuvieras conmigo en el río de la plata
Y no volví más a tu puesto del rastro a comprarte
carricoches de miga de pan, soldaditos de lata.

JOAQUIN SABINA


domingo, 28 de octubre de 2012

Lo que me gusta de tu cuerpo...

Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo.
Lo que me gusta de tu sexo es la boca.
Lo que me gusta de tu boca es la lengua.
Lo que me gusta de tu lengua es la palabra.

JULIO CORTÁZAR



viernes, 26 de octubre de 2012

Dolor

Quisiera esta tarde divina de octubre
Pasear por la orilla lejana del mar

Que la arena de oro, y las aguas verdes,
Y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
Como una romana, para concordar

Con las grandes olas, y las rocas muertas
Y las nachas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento, y los ojos fríos
Y la boca muda, dejarme llevar;

Ver cómo se rompen las olas azules
Contra los granitos y no parpadear;

Ver como las aves rapaces se comen
Los peces pequeños y no despertar;

Pensar que pudieran las frágiles barcas
Hundirse en las aguas y no suspirar;

Ver que se adelanta, la garganta al aire,
El hombre más bello, no desear amar...

Perder la mirada, distraídamente,
Perderla, y que nunca la vuelta a encontrar;

Y, figura erguida, entre cielo y playa,
Sentirme el olvido perenne del mar.

ALFONSINA STORNI (1892-1935)





miércoles, 24 de octubre de 2012

MILONGA DE DOS HERMANOS

Traiga cuentos la guitarra
de cuando el fierro brillaba,
cuentos de trucos y de taba,
de cuadrera y de copas,
cuentos de la Costa Brava
y el Camino de las Tropas.

Venga una historia de ayer
que apreciarán los más lerdos;
el destino no hace acuerdos
y nadie se lo reproche-
ya estoy viendo que esta noche
vienen del Sur los recuerdos.

Velay, señores, la historia
de los hermanos Ibarra,
hombres de amor y de guerra
y en el peligro primeros,
la flor de los cuchilleros
y ahora los tapa la tierra.

Suelen al hombre perder
la soberbia o la codicia;
también el coraje envicia
a quien le da noche y día-
el que era menor debía
más muertes a la justicia.

Cuando Juan Ibarra vio
que el menor lo aventajaba,
la paciencia se le acaba
y le armó no sé qué lazo-
le dio muerte de un balazo,
allá por la Costa Brava.

Sin demora y sin apuro
lo fue tendiendo en la vía
para que el tren lo pisara.
El tren lo dejó sin cara,
que es lo que el mayor quería.

Así de manera fiel
conté la historia hasta el fin;
es la historia de Caín
que sigue matando a Abel.

JORGE LUIS BORGES.









domingo, 14 de octubre de 2012

Tu risa

Quítame el pan si quieres
quítame el aire, pero
no me quites tu risa.

No me quites la rosa,
la lanza que desgranas,
el agua que de pronto
estalla en tu alegría,
la repentina ola
de planta que te nace.

Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entrar tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mí todas
las puertas de la vida.

Amor mío, en la hora
más oscura desgrana
tu risa, y si de pronto
ves que mi sangre mancha
las piedras de la calle,
ríe, porque tu risa
será para mis manos
como una espada fresca.

Junto al mar en otoño,
tu risa debe alzar
su cascada de espuma,
y en primavera,amor,
quiero tu risa como
la flor que yo esperaba,
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.

Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de este torpe
muchacho que te quiere
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
porque me moriría.

PABLO NERUDA



miércoles, 10 de octubre de 2012

Un poco de humo nomas


Tengo que dejarte amigo, 
después de tantas distancias que hemos recorrido, 
yo con mi alma y vos con tu alma. 
No puedo creer que este asunto un día nos llegara; 
cuarenta y pico de octubres pasaron como si nada. 

Te conocí cuando a penas si me lavaba la cara, 
diez años...doce a lo sumo. Poca razón, muchas ganas. 
Recuerdo iba de a caballo un tordillo, crinas largas, 
que Don Segundo Larralde le había comprado a una vasca; 
después pasó algún tiempo, se cargó a la china en ancas 
y tuvieron un muchacho, varón, de pocas palabras, 
primo y hermano a la vez de quien te dice esta carta. 

Te llevaba en el bolsillo de una blusa ratonada 
hecha de bolsa de harina 5 ceros bien lavada 
que me costureó la vieja a mano y bien reforzada; 
te saqué como quién saca un pájaro de una jaula. 
Despacito y con cuidado... y el corazón galopeaba... 
Yo sabía que estaba mal y que estaba haciendo trampa, 
pero quería sentirte... y el corazón galopeaba. 

Recuerdo en aquella siesta que debajo de una rama 
sin bajarme del caballo te eché la primer pitada... 
no se si llegue a las dos. Había sido fuerte el Tata, 
se mandaba cuatro atados y ni tosía ni nada. 
Brasil, la hija del toro José León, se llamaba 
aquel hermanito tuyo que me quemó las entrañas. 
Después me quedé algún tiempo, solamente con las ganas 
porque plata no tenía y calodiar me asustaba. 
A veces lo veía al viejo "grapa fuerte y bocanada", 
pasó su vida pitando y se fue de una pitada. 
"Pobre vasco" dijo alguno, mientras la vieja rezaba. 
Cosas que tiene la vida... total si ni casi nada, 
un poco de humo nomas,me dije... mientras pitaba. 
No puedo creer que este asunto un día nos llegara: 
tener que dejarte hermano, después de tantas distancias. 

Me conchavé de aguatero y fue mi primer jornal; 
si bien la pasaba mal por aguantar ser mandado, 
compré mi primer atado de la marca "Cardenal". 
Más chucaro que un bagual fui juntando años tras años 
y aunque nunca hice el estaño porque no fui tomador, 
me acontecí fumador de rubio, negro o castaño. 
En noches en que el tamaño de la soledad es brava, 
cuando ya todo se acaba y uno se cree que ha terminado, 
siempre estuviste a mi lado igual que el mate y la pava. 
Y cuando me iba al boliche y no alcanzaba la plata, 
en vez de alzar alpargatas, yerba o algún otro lujo; 
me sometía al embrujo de un tabaco negro en lata. 

Con papel de arroz "El Sol", solía armar el caporal; 
tirante como un pegual solía quedarme el gargüero; 
era fuertón y fulero y de alquitrán... sin igual. 
Ninguno tomará a mal si le hablo a aquel cigarrillo tan 
pobretón y sencillo, 
compañero en todo trance, aunque sienta que me avance la 
espalda con su cuchillo. 
A veces siento que un grillo suele salirle al respiro. 
Prendo y al rato lo tiro o su cerrazón me acogota 
y hay un algo que rebota en el fondo de un suspiro. 
Pero con él, cuando aspiro el ñudo de una pena, 
siento que se hace más buena, siento que me duele menos. 
Me dice que es un veneno, je! yo se bien lo que envenena... 
pero a pesar de quererte, tan hondo como te quiero, 
hay rumores que el pampero trae malas nuevas por viejas, 
dice el doctor que las rejas tienen menos prisioneros... 

Se amontonan aguaceros en los charcos de la vida, 
se amontonan las heridas adentro del corazón, 
pero dice la razón que hay humo de horas perdidas. 
Como ves, no me resigno tan fácil a abandonarte, 
yo que anduve en cualquier parte, ganando y perdiendo todo, 
como ves, no encuentro el modo de abrirme sin traicionarte. 
Se que no podré olvidarte y se que habrá mucha gente, 
que dirá que no es prudente, que rayo en la apología, 
je!, si fuera dios, podría decenciar al indecente, 
pero soy hombre y pariente del resto de la jauría. 

Tengo que dejarte, amigo, después de tantas distancias, 
cuarenta y pico de octubres pasaron como si nada.

JOSÉ LARRALDE