1982
Islas Georgias del Sur
Retrato de un valiente
Llevaba unos meses trabajando con las madres, siempre sonriente, siempre
dispuesto a poner el hombro, cuando una tarde, a la salida de una reunión, los
soldados atraparon a varias de las militantes más activas del movimiento. Esas
madres desaparecieron, como sus hijos, y nunca más se supo.
Las madres secuestradas habían sido señaladas por el Ángel, o sea el teniente
de fragata Alfredo Astiz, miembro del Grupo de Tareas 3-3-2 de la Escuela de
Mecánica de la Armada, de larga y lucida actuación en las cámaras de tormento.
El espía y torturador Astiz, ahora teniente de navío, es el primero en rendirse
ante los ingleses en la guerra de las Malvinas. Se rinde sin disparar un tiro.
1982
Islas Malvinas
La Guerra de las Malvinas,
argentinos pisados, culmina con la victoria del ejército colonialista de Gran Bretaña.
No se han hecho ni un tajito los generales y coroneles argentinos que habían
prometido derramar hasta la última gota de sangre. Quienes declararon la guerra
no estuvieron en ella ni de visita. Para que la bandera argentina flameara en estos
hielos, causa justa en manos injustas, los altos mandos enviaron al matadero a los
muchachitos enganchados por el servicio militar obligatorio, que más murieron de
frío que de bala.
No les tiembla el pulso: con mano segura firman la rendición los violadores de
mujeres atadas, los verdugos de obreros desarmados.
EDUARDO GALEANO
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